miércoles, 5 de diciembre de 2007

Caminando por la calle

Afortunadamente, con la organizacion con la que trabajo me puedo permitir, en la ciudad en la que vivo, caminar por la calle. La única restriccion que me imponen es que no puedo caminar a partir de la caida del sol.

Normalmente cada ONG tiene sus normas de seguridad, que varian de una organizacion a otra y dentro del mismo pais de una ciudad a otra: Por ejemplo en Kinshasa ( 8 millones de hab.), no camina por la calle casi ningun cooperante ( sea de la organizacion que sea) pero en cambio en Lubumbashi (1,5 millones de hab) es posible caminar para casi todos los cooperantes, aunque aqui varian las condiciones segun trabajes con una u otra organizacion. (Algunos barrios son prohibidos, hay que ir acompañado, hay que llevar walkytalky, hay que llevar el chaleco de la ong, etc) Yo no tengo ninguna de estas restricciones salvo la nocturna.

Para mi, es un autentico privilegio poder caminar desde casa al trabajo, al colegio de mi hijo, a la oficina de mi mujer. Caminar me permite estar en contacto con la gente, hacer amigos, vivir vida de barrio y sobre todo ser considerado como un MZUGU atípico.

Estos últimos dias no he tenido vehículo, asi que estaba obligado a caminar. Las gentes negras frecuentemente me preguntan por la calle por qué voy andando y de broma les contesto en swahili "por que soy un blanco pobre" ( Mzungu maskini ) a lo cual me responden que eso es imposible: No hay blancos pobres! Los taxistas paran a mi lado pensando que ya han pillado un filón y se extrañan de que quiera seguir caminando bajo este sol de justicia y envuelto a veces en un manto horrible de contaminacion, pues el tráfico abundante suelta abundantes humos negros, grises, blancos...

Las calles sin asfaltar, llenas de baches y piedras, me hacen ir atento para seleccionar donde pongo mis pasos. Con tantas piedras aveces tengo la sensacion de que se me van a romper los zapatos antes de llegar a mi destino. Los coches pasan deprisa y levantan una nube de polvo que me hace taparme la nariz con la camiseta. Cuando llueve tengo que trazar bien para evitar quedar atrapado por los charcos, el barro y los rios que atraviesan las calles.

A pesar de todo, caminar me aporta muchas gratificaciones.

Me paro a recargar el saldo del movil. El vendedor de tarjetas de prepago de vodacom me invita a pasar a su kiosko montado en plena calle con cuatro tablas y unas chapas de cinz. Me explica que es abogado pero tiene que ganarse la vida con la reventa de tarjetas. Y lo de siempre: Mzungu, tienes algo de trabajo para mi?

Unos pasos mas alante otro tipo tiene su oficina compuesta de mesa y silla de plastico en plena calle; sobre la mesa montones de billetes de francos congoleses anuncian su negociado. Me ofrece un taco de billetes de 250.000 FC ( 500 $) y le pregunto haciendo ademan de cogerlos si es un regalo. Se rie desconfiado y me dice que me ofrece el mejor cambio de la ciudad. Misma cancion: Mzungu maskini... Imposible; eso no existe. Le muestro los bolsillos vacios e inmediatamente alguno de sus parroquianos me asigna el nombre de Mr. poche vide.(bolsillo vacio) "Aurrevoire Mr. poche vide..."

Paso delante de un local que esta siendo reformado para abrir un take away libanes ( Sawarma, kebab y pizza arabe) y uno de los paletas que estan haciendo el reboco sale corriendo a saludarme llamandome por mi nombre. Yo no recuerdo su nombre pero le conozco pues hace tiempo trabajaba como obrero "journalier" cargando camiones con nosotros. El jefe del "restaurante", un Libanes gordísimo, al verme hablando con el currela viene a hacerme marketing de su chiringui hablandome en Ingles. "Mumtaz habibi" ( Maravilloso, querido) le respondo. Sorprendido de escuchar dos palabras en árabe me trae un poco de "baklaba" (pastelitos de miel y almendra) de las pruebas que estan haciendo con el horno de la pasteleria y entablamos conversacion sobre Damasco y una discoteca famosa de Libano donde me pase una buena juerga. Me invita a la inauguracion pero no me da la fecha. Mumtaz habibi...

Ya llegando a mi barrio, mi amigo BABA me habla en swahili cada vez que paso cuando llevamos a Saidi al cole. Baba ha montado su negocio con un cubo de plastico y un trozo de gomaespuma. Se dedica a lavar coches utilizando como materia prima el agua que recoge de la cuneta. Casi todos los dias se empeña en enseñarme alguna expresion nueva y a veces lo consigue.

Ya enfrente de la puerta de mi casa, el policia que guarda la residencia de una señora importante que tenemos de vecina, me da los buenos dias como cada mañana y me informa que mi mujer y mi hijo me esperan para comer; gracias y bon apetit. Algun dia tendre que sacarle algo de esas cosas ricas que Coralie prepara pues no tengo muy claro que el señor del Kalachnikov coma todos los dias.

Y asi es mi vida de transeunte. Intento cada mañana que el polvo, la contaminacion, las piedras, los charcos, el barro y demas elementos adversos no me impidan disfrutar de ( como dice la cancion) "las caras lindas de mi gente negra".

1 comentario:

Unknown dijo...

A ver si te arreglas el coche y dejas de dar la turra a los negritos.